TARTA DE ZANAHORIA Y DÁTILES


No hace mucho que descubrí las tartas de zanahoria, creo que me resistí durante tiempo porque creía que a mis hijos no les iba a gustar la textura, pero estaba totalmente equivocada, la tarta de zanahoria es una pasada!!! ahora se han puesto de moda en los restaurantes, pero la primera vez que yo la hice, casi nadie la conocía, y cuando la llevaba para compartir con amigos, todos me preguntaban que llevaba esa tarta tan tierna y tan rica, además, otra cosa que sorprende por lo general a quién la prueba es el toque de canela y nuez moscada, que si es equilibrado, es un sabor muy intenso y delicioso.

Esta tarta también la he hecho sustituyendo la zanahoria por calabaza, otra opción deliciosa y con un resultado muy parecido, en el color y en el sabor, y creo que he repetido muchas veces, porque su color y su sabor, junto a su presencia, no pasan desapercibidos en cualquier reunión de familia y amigos.

Creo que ya he hecho varias versiones de tarta de zanahoria, aunque no estén todas aquí en el blog, algunas las he mirado aquí en éste sitio web que tiene recetas de tartas de zanahoria para no repetir nunca, con mezclas exquisitas y trucos para disfrutar haciéndolas y comiéndolas, curiosamente se llama Tarta de Zanahoria

Aquí os dejo otro enlace de tarta de zanahoria de éste blog  para que veáis que bonita queda también en ésta otra versión, con una cobertura de queso que le va de maravilla y el crujiente de los pistachos. Solo tenéis que pinchar en el enlace para verla.


Otro detalle a destacar en ésta tarta, es la versatilidad que tiene por ejemplo, para adaptarla a personas celíacas, ya que se puede sustituir toda la harina por harina de almendra, y ésto la enriquece notablemente, en el sabor y en la textura cremosa.



Para el bizcocho

400 gr. de zanahoria en trozos
200 gr. de azúcar (se puede poner algo menos si le ponemos bastantes dátiles)
peladura de una naranja (solo la parte naranja)
4 huevos
200 gr. de aceite de girasol o de oliva suave
125 gr. de harina
125 gr. de harina de almendra
2 cucharadas de levadura en polvo
1/2 cucharadita de nuez moscada en polvo
una cucharadita de canela en polvo
una cucharadita de sal
10 dátiles 
10 nueces
Para la cobertura

300 gr. de nata 
150 gr. de queso crema
2 láminas de gelatina neutra
100 gr. de azucar glacé
una cucharadita de esencia de vainilla

Frutas variadas para decorar (yo he usado arándanos, albaricoque, kiwi, láminas de coco deshidratado y nueces) para complementar he usado algunas florecillas

Nos hace falta un molde desmontable con aro metálico o de silicona de unos 22 cm.


Precalentar el horno a 180º

Preparar un molde desmontable de 22 cm., forrar la base con papel de horno.

Poner el el vaso (limpio y seco) del tmx las peladuras de naranja y el azúcar. Pulverizar durante 20 seg. a velocidad 10

Añadir al vaso las zanahorias en trozos medianos y triturar 5 seg. a velocidad 5.

Agregar los huevos y el aceite. Mezclar 2 seg. a vel. 5

Añadir las harinas, la levadura, la sal y las especias. Mezclar 10 seg. vel. 6.

Añadir los dátiles y las nueces picadas a grosso modo y remover con la espátula para mezclar.

Volcar la mezcla en el molde preparado y hornear durante unos 40 min. en la parte central del horno.

Mientras que el pastel está en el horno, poner en remojo las hojas de gelatina en un cuenco con 100 ml. de leche.

Sacar el bizcocho del horno y dejar que se enfríe un poco mientras que seguimos los preparativos. Sacar del molde y colocar en el plato dónde lo vamos a servir. Colocar el aro del molde de nuevo alrededor del bizcocho, para poner la segunda capa del mismo tamaño que el bizcocho.

Cortamos las frutas elegidas para la decoración.

Poner en el vaso del Tmx la nata y la crema de queso muy frías, añadir el azúcar glacé y la esencia de vainilla, montar a vel. 3  1/2 con la mariposa (el tiempo dependerá de el tipo de nata y de la temperatura que tenga)

Calentar durante 30 seg. la leche que tiene la gelatina neutra blanda dentro. Añadir a la nata montada y mezclar 10 seg. a vel. 3  1/2 .

Volcar la mezcla dentro del molde del bizcocho encima de éste. Meter en el frigorífico para que se endurezca.

Una vez que esté densa la capa de arriba, pasamos un paño caliente por el contorno del aro metálico o el filo de un cuchillo con mucho cuidado para despegar el aro de la tarta. Retiramos el aro con mucho cuidado.

(Si los bordes queden feos, con rotos, pasamos una espátula de repostería mojada en agua caliente, la pasamos despacio y arreglando las imperfecciones)

Ponemos la fruta de forma bonita encima de la tarta y servimos.

Preparar un molde desmontable de 22 cm., forrar la base con papel de horno.

Rallar la zanahoria en hilos pequeños y  reservar.

Rallar finamente la cáscara de la naranja. Trocear nueces y dátiles. Reservar.

Poner en un bol grande los huevos, el azúcar y la ralladura de naranja, con una varilla mezclar muy bien hasta que la mezcla esté espumosa y el azúcar esté disuelto.

Añadir el aceite y seguir mezclando bien, añadimos la zanahoria rallada, las harinas, la levadura y las especias. Mezclar bien con las varillas hasta que esté homogéneo.

Añadir las nueces y los dátiles troceados y mezclar.

Volcar la mezcla en el molde preparado y hornear durante unos 40 min a 180º.


Mientras que el pastel está en el horno, poner en remojo las hojas de gelatina en un cuenco con 100 ml. de leche.

Sacar el bizcocho del horno y dejar que se enfríe un poco mientras que seguimos los preparativos. Sacar del molde y colocar en el plato dónde lo vamos a servir. Colocar el aro de nuevo alrededor del bizcocho.

Cortamos las frutas elegidas para la decoración.

Cuando la gelatina esté blanda, meter el cuenco en el microondas unos segundos para que la leche se caliente y podamos disolver la gelatina del todo. (unos 30 seg. son suficientes)

Preparamos la mezcla de nata y queso fresco muy frías con un procesador y añadimos la esencia de vainilla, el azúcar glacé y la gelatina disuelta en la leche. Mezclar bien.

Volcar la mezcla dentro del molde del bizcocho encima de éste. Meter en el frigorífico para que se endurezca la capa superior.

Una vez que esté densa la capa de arriba, pasamos un paño caliente por el contorno del aro metálico o el filo de un cuchillo con mucho cuidado para despegar el aro de la tarta. Retiramos el aro con mucho cuidado.

(Si los bordes queden feos, con rotos, pasamos una espátula de repostería mojada en agua caliente, la pasamos despacio y arreglando las imperfecciones)


Ponemos la fruta de forma bonita encima de la tarta y servimos.




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4 comentarios:

  1. Ana, te ha salido la tarta impresionante. ¡¡La capa que cubre la tarta de queso y nata con las frutas y flores, es espectacular!!
    Muy buenas fotos.
    Un beso.

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    1. Gracias!!! pues si es bonita, que lo es, lo mejor es que estaba deliciosa, suave y muy dulce, solo para los muy golosos, jejej

      Un saludo!

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  2. Ana ademas de rica te ha quedado preciosa no me extraña que sorprendas a tua amigoa tiene que ser una delicia . Mil besicos cielo

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    1. Muchas gracias por tu comentario María, hay veces que yo misma me sorprendo de las cosas ricas que me salen, y otras veces, soy mi peor enemiga, ya que soy muy crítica con los sabores, jeje, en ésta receta, creo que quedó espectacular.

      Un saludo!

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Gracias por tus comentarios.