BUÑUELOS DE NARANJA









No se por qué razón, algunas comidas se nos quedan grabadas de tal manera, que las asociamos a acontecimientos o momentos de nuestras vidas, eso nos pasa a los que nos gusta comer cosas ricas y disfrutar de los placeres culinarios , porque apreciamos los sabores y texturas de la comida y valoramos su elaboración....

Estos buñuelos yo recuerdo perfectamente la primera vez que los probé, hace tres años, por casualidad,   pregunté la receta  y resulta que éstos buñuelos los hace muchísima gente en mi pueblo....y ¿como no los había probado yo hasta entonces? me parecía increible, así que todos los años me doy un caprichito y los hago...

Ahora toca compartirlos, a ver si os gustan!!!!

INGREDIENTES

Vaso y medio de harina
1 naranja entera (incluso la cascara)
1/2 sobre de levadura
3 huevos
5 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de leche


Para freir:
Aceite de girasol o de oliva sabor suave
100 gr. de azúcar
1 cucharada de canela en polvo

ELABORACION

Se trocea la naranja, se le quitan los huesos  y se pone en un bol apto para meter la batidora (o en el vaso de la thermomix), se le añaden los huevos, el azúcar, la leche y se trituran (en la thermomix vel- 3-5)

Una vez triturado añadimos la harina tamizada con la levadura y volvemos a triturar unos minutos hasta que esté todo bien batido

Se deja reposar 1/2 hora y mientras se preparan el azúcar mezclado con la canela y el aceite para hacer la fritura.

Una vez que ha pasado el tiempo, calentamos el aceite a fuego medio y con dos cucharas vamos cogiendo porciones de masa y dejándolas caer en el aceite, damos la vuelta al buñuelo en cuanto está dorado y doramos por el otro lado.  

Una vez frito el buñuelo se pasa por el azúcar con la canela, rebozándolos en ella (se pueden poner en papel de cocina para que escurran el exceso de aceite y luego pasar a rebozarlos)

Yo los he servido sobre una espiral de sirope de chocolate y adornándolos con una flor confeccionada con la peladura de una naranja.

Aconsejo acompañar éste postre con natillas de chocolate o con chocolate caliente, es delicioso!!!!

*He puesto muchas fotos, pero es que me parecían tan bonitas que quería compartirlas...






LECHE FRITA








Este es uno de los dulces por excelencia de la Semana Santa, rico y fácil....y eminentemente casero, y como no puede ser menos, cada pueblo y cada casa dicen poseer la receta original, la mía seguramente no será la original, pero para mí es la que mejor resultado me ha dado de las que he probado y......creedme...han sido muchísimas, porque a mi marido es uno de los postres que más le gustan....

La primera receta que probé, hace bastantes años ya, recién casados, fué un auténtico fracaso, ahora me rio, pero entonces me dió una rabia enorme...en mi casa mi madre nunca había hecho éste postre y yo solo lo había probado en restaurantes....mira por dónde me regala mi suegra "El libro de las recetas caseras de Dhul" y venía una receta, pues me dispongo a hacerla con toda la ilusión del mundo para mi maridín, y cuando por fín la masa estuvo fría, yo me calentaba por momentos, los sudores me corrían por la frente en pleno invierno, aquello no había manera de cortarlo, era una masa pegajosa que no se podía despegar, aún menos rebozar, y ya ni cuento como terminé por freirla, añadiendole harina cruda para poder hacerlo más manejable....jejejej...cuando por fín conseguí freir alguna de las tajadas, al llevar harina cruda me quemaban el aceite y todo era negro, negro!!!!!.....en fín....que alguna creo que si nos llevamos a la boca, pero a mí no me quedaron ganas de repetir la experiencia.

A lo largo de los años he ido probando distintas recetas, con diferentes resultados y de sabor muy parecidas, pero hace varios años en una revista encontré ésta, y ha sido la definitiva...se hace muy bien, se corta estupendamente, se maneja mejor aún, al freirla se mantiene perfecta, y cuando le das un bocado está rica, rica!!!!!



150 gr. de azúcar
150 gr. de maicena (harina de maiz refinada)
1 litro de leche
1 peladura de limón
1 rama de canela

Para freir y rebozar:

Una cucharada de canela en polvo
1 taza de harina normal (si es para celíacos, usar harina sin gluten )
2 huevos
1 taza de azúcar
1 taza de aceite (yo utilizo de girasol)


Ponemos en el vaso de la thermomix la mariposa, cerramos y añadimos la leche, el palo de canela, la peladura de limón, la maizena y el azúcar, removemos a vel. 2 unos segundos y programamos 12 minutos, vel. 1 y a 90º.  (También se puede programar 12 min. vel. 4 sin mariposa) Sacamos del vaso ayudándonos con la espátula y la estiramos en una fuente grande para dejarla enfriar.


En un cazo calentamos 3/4 partes de la leche con la peladura de limón y la canela, el resto la reservamos en un bol y le añadimos la harina de maiz y mezlcamos.



Cocemos la leche con una rama de canela y la peladura de un limón o de naranja, sin que llegue a hervir, una vez que esté bien caliente, la retiramos del fuego y la dejamos reposar 10 minutos para que infusione.

Colar la leche para retirar la peladura, la nata que se ha podido crear en la superficie de la leche y los posibles trocitos de canela en rama que pueden haber quedado flotando en la leche.

Ponemos de nuevo al fuego la leche, añadimos el azúcar y una vez que esté caliente agregamos la leche fría con la harina de maiz disuelta, poco a poco y sin dejar de remover con unas varillas, cuando veamos que está alcanzando el punto de ebullición, apartamos del fuego y removemos enérgicamente con las varillas durante unos minutos para que no se nos queden grumos.

Preparamos un molde cuadrado de unos 25 cm. de lado, lo pintamos con aceite de oliva y vertemos la crema, movemos el molde sacudiéndolo para que la crema se quede lisa por la superficie y dejamos enfriar.


Una vez frío cortamos en trocitos cuadrados de unos 2 cm.  y los vamos sacando a una bandeja.

Batimos los huevos en un bol y reservamos.
Mezclamos en un bol el azúcar y la canela
Ponemos la harina normal en un bol

Ponemos el aceite en una sartén profunda y lo calentamos, entonces vamos mojando la leche en harina y después en huevo batido y seguidamente los ponemos en la sartén, cuando estén dorados por todos sus lados, los sacamos a papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.

Cuando tengamos toda la leche frita lista, la vamos pasando por azúcar normal mezclado con la canela y lo presentamos.  




Está muy rica tibia, acompañada de una bola de helado de turrón o vainilla, o simplemente sola.

Si la dejamos de un día para otro, tenderá a sudar y derretirse el azúcar, pero si queremos servirla y que no se note, bastará con volverla a rebozar en azúcar y canela, estará como recién hecha.

Espero que os guste!!!!

GAMBAS AL PIL PIL






Las gambas, un producto tan común en nuestros mercados. Cuanto juego nos dan en la cocina, según el tamaño sobre todo, las usamos para unos platos u otros, también nos marcan el uso la procedencia, no es igual una gamba fresca grande, que normalmente usaremos para hacer a la plancha, como una gambita pequeña congelada, que puede servirnos para hacer guisos de pescado, revueltos o para servir de acompañamiento de otras piezas más grandes de pescado guisadas.

Las gambas al pilpil o en ajillo son muy comunes en nuestra cocina, solo necesitamos una gamba mediana o pequeña, ajo, perejil y un buen aceite de oliva virgen extra (el aceite el muy importante porque les va a aportar mucho sabor) y los ajitos y perejil van a terminar de acompañarlas, además si os gusta el toque picante de la guindilla, no dudéis en usarla, le da un punto a la salsita...que no vais a parar de mojar pan.


INGREDIENTES

500 gr. de gamba mediana pelada 
5 dientes de ajo cortados en láminas
4 cucharadas soperas de aceite de oliva
perejil picado
1 guindilla
sal

ELABORACION

En una cazuela de barro pequeñita, sofreir en el aceite el ajo cortado en láminas y la guindilla, cuando empiece a dorarse el ajo, añadimos las gambas, un poco de sal y removemos.

Cuando las gambas tengan su característico color rosado, las espolvoreamos con abundante perejil picado, retiramos la cazuela del fuego y la tapamos para que no se enfríen.

Se sirve inmediatamente, acompañadas de un buen trozo de pan para mojar en el aceite y con una cervecita fresca o un vino blanco fresquito.

Espero que os guste!!!

REVUELTO DE BACALAO







La salazón es una de las técnicas más antiguas de conservación de los alimentos, ya en tiempos fenicios, griegos y romanos, se instauraron en la península ibérica importantes factorías de elaboración de salazones, entre ellas la de Abdera (Adra)  en la provincia de Almería, pueblo vecino del mío.

La sal conjuntamente con la desecación, impide el desarrollo de gérmenes patógenos y contribuye a la conservación de los alimentos.

El bacalao en salazón, se utiliza como vemos desde hace siglos y las recetas que se pueden hacer con él, son incontables....

Esta receta es tan sencilla como rica, tan económica como nutritiva y se pueden utilizar las partes más feas del bacalao, osea que puede ser una receta de aprovechamiento y reciclaje de las partes más finas del bacalao.

INGREDIENTES


Para dos raciones

2 trozos finos de bacalao desalado (150-200 gr.)
2 patatas gordas
1 cebolla tierna o cebolleta
1 ajo (opcional)
1 ramita de perejil picado
3 huevos
aceite de oliva
sal

ELABORACION

Limpiar el bacalao de pieles y espinas y  desmigar en un bol

Pelar las patatas y picarlas en trocitos pequeños, cortar las cebollas en trocitos, pelar el ajo y cortarlo en trocitos muy pequeños.

Poner aceite en una sartén y freir las patatas junto con la cebolla y el ajo a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Cuando las patatas empiecen a estár blanditas, añadir el bacalao desmigado, ponerles sal y probar para rectificar si es necesario, cuando el bacalao cambie su color a amarillo, le quitamos la mayor parte del aceite escurriendo las patatas, pero dejándo éstas en la sartén en que las estamos cocinando.

Abrimos los huevos y vamos echándolos a las patatas, moviendo el revuelto para que el huevo cuaje, sin importarnos romper las patatas al removerlo, espolvoreamos con perejil picado y servimos.

Este plato está muy rico recién hecho muy caliente....pero frío también es delicioso, así que podemos sacarle mucho partido....incluso para aperitivos, lo servimos encima de rodajas de pan con un poquito de mayonesa o alioli.....uhmmmm!!!!!

Espero que os guste!!!!!


ROSCOS FRITOS DE DALIAS





Mi primera incursión en el mundo de la repostería fueron éstos roscos, una receta que tradicionalmente se ha hecho en mi casa desde que yo tengo uso de razón, siempre para San José y Semana Santa, mi madre sacaba un "lebrillo" (un bol de cerámica) y amasában los roscos entre mis hermanas y mi madre...entre mis hermanas y yo hacíamos los roscos y mi madre se encargaba de la fritura y luego me tocaba esperar pacientemente a que mi madre los sacara del aceite caliente para ir rebozándolos en el azúcar y canela...que bueno está un rosco recién hecho!!!.....aunque mi madre siempre me regañaba porque los comía calientes, jejej

Ahora, seguimos haciendo roscos, y nos gusta hacerlos en compañía, cada una de nosotras hace una tarea, y así en un momento terminamos...fregamos y recogemos la cocina mientras se enfrían y hacemos un café con leche para comprobar el material recién hecho.... y los que quedan de la cata, nos los repartimos...los guardamos en una olla y a seguir disfrutando....



INGREDIENTES

6 huevos
1 sobre de levadura Royal
3 gaseosas (sobrecitos gasificantes) en mi casa "El Tigre"
1/2 vasito de anís
el zumo de 1 naranja
ralladura de un limón
ralladura de una naranja
1kg. 1/4 de harina

Si hacemos mas o menos cantidad de huevos tenemos que tener en cuenta ésta regla: por cada huevo:

3 cucharadas soperas de azúcar
3 cucharadas soperas de aceite de oliva
3 cucharadas soperas de leche o zumo de naranja

El anís, la levadura y gaseosas y la harina, la tendréis que calcular en proporción a lo que hagáis partiendo de la proporción para los 6 huevos. La cantidad de harina es orientativa, pues depende de si la harina es de repostería o de fuerza, necesitaremos mas o menos cantidad, eso os lo irá diciendo la masa.

Cuanto más blanda esté la masa, más ricos están los roscos, la dificultad si nos quedan algo blandos es manipularlos, pero vale la pena porque quedan mucho más jugosos una vez fritos.


Para freir:
1 litro de aceite de girasol
canela y azúcar para rebozar (también se pueden rebozar con azúcar glass)



Vamos echando todos los liquidos a un bol amplio y batiendo con unas varillas, añadimos las ralladuras de naranja y limón. Añadimos el azúcar que corresponda



Añadimos la harina tamizada con la levadura y los sobres de gaseosa. Empezamos a agregar harina poco a poco y removiendo la masa, llegará un punto que tendremos que dejar de hacerlo con la varilla y seguir con un tenedor o cuchara.

Dejamos la masa reposar un ratito, mientras preparamos el azúcar con la canela para rebozar.

Ponemos un bol con aceite para humedecer la mesa o la encimera donde vamos a colocar los roscos una vez formados con la masa y para humedecernos las manos para que no se nos peguen al hacerlos.



Comenzamos a coger bolas de masa y darles forma de rosco y los vamos colocando en la mesa húmeda de aceite. Cuando estén hechos, les damos unos cortes por encima o por el lateral para que se hinchen.

Calentamos la mitad del aceite de girasol a fuego medio, en una sartén honda y amplia, y comenzamos a echar los roscos, les vamos dándo la vuelta para que se vayan poniendo dorados poco a poco y ajustamos la temperatura del aceite. Añadimos más aceite a medida que lo vamos necesitando, los roscos deben estar siempre flotando en el aceite.

Si utilizamos aceite de oliva, éste se tornará oscuro rapidamente, y tendremos que utilizar el doble de cantidad que el de girasol o de semillas.



Una vez fritos, los vamos echando a un platito que tendremos con azúcar y canela y los rebozamos en ella y poniendo en una bandeja para que se enfríen.

El azúcar se irá mojando del aceite que sueltan los roscos, así que es conveniente poner una pequeña cantidad e ir echando poco a poco más azúcar limpio a medida que lo necesitamos.

Como véis en ésta última foto además de los roscos, siempre hacemos un bollito, antes cuando yo era pequeña era para mí, ahora hacemos tres bollitos para mis niños que son los más pequeños de la casa....

Los roscos se conservan perfectamente tiernos metidos en una olla con tapadera

Espero que os guste!!!!

PISTO A LA SOBRASADA






Las verduras son una parte muy importante de nuestra dieta, imprescindibles en una dieta sana por su contenido en fibra , vitaminas y minerales (hierro y calcio), su aporte calórico es muy bajo, siempre que su consumo se haga en crudo, de ésta forma conservará todo su aporte vitamínico....

Las verduras no solamente aportan beneficios a nuestra dieta de manera nutricional, la verdura tiene un colorido y una viveza de colores que nos llama la atención, y comer ciertos alimentos nos estimula animicamente. Si queréis más información pinchar aquí.

A mí me encanta cocinar verduras, me estimula su colorido y me encantan sus distintas combinaciones, éste plato que pongo hoy es un manjar para mí....verduritas al dente con el toque sofisticado y diferente, que les da la sobrasada....

INGREDIENTES

1 calabacín grande o una berenjena
1 cebolla tierna grande
1/2 pimiento amarillo
1/2 pimiento rojo
1/2 pimiento verde
una patata gorda
4 tomates maduros grandes o una lata de tomate triturado de 1/2 kg.
2 cucharadas soperas de sobrasada ibérica
2 cucharadas de aceite de oliva
una cucharadita de sal y otra de azúcar


ELABORACION


Se pela la patata y se corta en daditos pequeños, cortamos en trocitos pequeños también los pimientos y la cebolla.

Ponemos el aceite en una sartén mediana, a temperatura media y añadimos la patata , los pimientos y la cebolla, ponemos la sal y dejamos sofreir a fuego lento y tapado hasta que esté blandita la cebolla y el pimiento, en ése momento incorporamos el calabacín cortado en trocitos pequeños, dejamos ablandar y le agregamos los tomates. (si son frescos, pelados y cortados a trocitos)

Dejamos hacer el sofrito a fuego medio hasta que se consuman los líquidos del tomate y esté frito,(comprobamos en éste momento si la patata ya está blandita) en ése momento añadimos la sobrasada y movemos bien el sofrito, dejándolo un poco al fuego, para que se integren los sabores, añadimos una cucharadita de azúcar y probamos de acidez para rectificar si es necesario con más azúcar.

El pisto se puede combinar con numerosos alimentos, pero sin duda, el que mejor le va es un buen huevo frito de corral con su yemita blanda.....para mojar pan!!!!!

Espero que os guste!!!!




BUÑUELOS DE CALABAZA











Las masas fritas, me vuelven loca...así con todas las palabras, los churros, los buñuelos, las tortas de bacalao de mi madre....bueno..paro de contar, porque me gustan todos, calientes y fríos, blandos y duros....hasta el punto de que no puedo probarlos...si los pruebo, no puedo parar......

Estos buñuelos no puedo hacerlos, así os lo digo, porque no soy capaz de comerme solo uno, así que hace unos días hice para regalar...y creo que no quedó ni un granito de azúcar.....

Quiero dar las gracias a Guiomar del foro de Arguiñano, que me dió la oportunidad de conocer éstos buñuelos....




un vaso de agua (125 ml.  aproximadamente)
400 gr. de harina (aprox.)
25 gr. de levadura de panadería
250 gr. de calabaza
una cucharada de sal
una cucharada de azúcar
azúcar para rebozar
una cucharadita de matalahuga (matalauva o semillas de anís)
aceite de girasol para freir




Cocer la calabaza limpia en una bolsa de asar en el microondas a 800 watios de potencia, o poner en el varoma, poniendo en el vaso medio litro de agua y cocer 15 min. varoma y velocidad  1.

Poner en el vaso del Tmx y triturar a vel. 5 durante 5 segundos, añadir el agua, la levadura, la harina, la sal, el azúcar y las semillas de matalauva. Mezclar 10 seg. vel. 6.

Programar 3 min. amasar vel. espiga, cuando termine el amasado, dejar fermentar la masa dentro del vaso. Estará lista cuando suba hasta la tapadera.


Una vez fermentada la masa, poner aceite de girasol abundante en una sartén no muy grande, pero que sea honda (o en la freidora). Podemos utilizar aceite de oliva suave.

Ponemos en un bol una cucharada de aceite que nos servirá para untarnos las manos para que al manipular la masa no se nos pegue. Con las manos mojadas en aceite, hacemos bolas con la masa y estiramos con los dedos para hacer un agujero enmedio, echar al aceite caliente y freir hasta que se doren.

Una vez fritas espolvorear con azúcar, aunque no es necesario.





Cocer la calabaza limpia en una bolsa de asar en el microondas a 800 watios de potencia. Si no tenemos microondas cocer en un vaso de agua hasta que esté tierna.  Triturarla hasta que esté hecha una papilla.

Templar un vaso de agua y diluir en él la levadura. Cuidado con la temperatura del agua, si es demasiado elevada matará la levadura.

Unir en un bol la calabaza triturada, el agua con la levadura, añadir la sal, el azúcar y las semillas de matalahuga, comenzar a echar harina y remover hasta que tengamos una masa homogénea. Dejar levar en el bol con un paño de cocina por encima, unos 40 min.

Una vez fermentada la masa, poner aceite de girasol abundante en una sartén no muy grande, pero que sea honda (o en la freidora). Podemos utilizar aceite de oliva suave.

Ponemos en un bol una cucharada de aceite que nos servirá para untarnos las manos para que al manipular la masa no se nos pegue. Con las manos mojadas en aceite, hacemos bolas con la masa y estiramos con los dedos para hacer un agujero enmedio, echar al aceite caliente y freir hasta que se doren.

Una vez fritas espolvorear con azúcar, aunque no es necesario.

Nota.- Si hacemos la calabaza cocida en agua, es posible que la receta necesite algo más de harina, la cantidad de harina que yo utilizo es para calabaza cocida en microondas; la masa queda algo blanda, pero luego quedan los buñuelos más ricos.





Espero que os guste!!!!





ARROZ CON CONEJO Y CARACOLES



En mi pueblo Dalías, se ha vivido siempre de la agricultura, antiguamente de los almendros, los olivos y lo que daba la montaña, tan presente en nuestras vidas, esta economía de subsistencia, fué dándo paso a las uvas, que en su día hicieron de la comarca un vergel lleno de vida y economicamente fuerte, y ahora vamos por la tercera generación en lo que a agricultura se refiere, los invernaderos, que si bien por fuera son frios y blancos, por dentro son un vergel lleno de vida y frutos maduros....

En el pueblo antiguamente casi todas las casa tenían huerto, y un pequeño corral en dónde se criaban animales para el consumo propio, gallinas, conejos, cerdos y el que podía una cabra para abastecerse de leche, no faltaban la fruta y la verdura propias y la carne, la leche o los huevos.

Hoy todo ha cambiado, por suerte y también por desgracia, porque esos huertos ahora son casas, y ya pocos quedan que tengan animales para consumo propio....

Con ésta historia, quiero expresar que las comidas tradicionales, vienen de lo que había en las casa y se encontraba en la huerta, en éste caso conejo y caracoles.

INGREDIENTES

Para 4 personas

un chorrito de aceite de oliva
1/2 conejo troceado
1 pimiento rojo
2 tomates maduros  grandes
4 ajos
1/2 kg. de caracoles 
un puñadito de sal
4 cucharones de arroz (yo utilizo el cucharón de sopa de medida)
9 cucharones de agua de cocer los caracoles hirviendo
un poquito de colorante


Para la majada:

una pizca de pimienta
una ramita de perejil
un ajo crudo


ELABORACION

Lavamos a conciencia los caracoles después de tenerlos unas dos semanas de ayuno. Ponemos abundante agua en una olla al fuego  y ponemos los caracoles dentro cuando el agua está aún fría, éstos saldrán de la concha y al hervir el agua se quedarán con la carne fuera.  Cocemos unos 15 minutos.

Ponemos un chorrito de aceite en una paellera o sartén hermosa, y cuando esté caliente añadimos los ajos pelados, el pimiento cortado en tiras y los trozos de conejo, sofreímos todo junto hasta que se dore, añadimos una ramita de perejil y los tomates troceados  y pelados, seguimos haciendo el sofrito hasta que el tomate esté frito.

Medimos el arroz y lo añadimos al sofrito, añadimos el colorante y removemos unos minutos hasta que el arroz se impregne del sofrito, y enconces añadimos los caracoles y el agua caliente de su cocción, en la medida que necesitamos para la cantidad de arroz (yo pongo el doble de agua más una medida).  Dejamos cocer.

En un mortero machacamos un ajo y una ramita de perejil, con un poco de pimienta molida, añadimos una pizca de sal y un poco del caldo del arroz y lo echamos al arroz cuando aún no se ha consumido el agua, rectificamos de sal y dejamos hasta que se consuma toda el agua.

Una vez que el arroz esté listo, lo tapamos con un paño de cocina durante 5 minutos para que repose y servirmos.

Espero que os guste!!!



SALSA PESTO







Desde hace muchos años, voy siempre al mismo restaurante italiano, tiene un servicio muy bueno y unas recetas muy ricas...la pasta la hacen ellos mismos, y eso se nota, es la pasta más buena que he probado nunca, siempre que voy pido un surtido, se trata de un plato con tres clases de pasta diferentes, pero lo ponen siempre que al menos dos personas de la mesa lo pidan. Las variedades del plato las eligen ellos, y así me garantizo probar cosas nuevas...es que me gustan los novedades......que le voy a hacer yo....

Cuando me pusieron ésta salsa la primera vez, mi impresión fué el aroma que desprendía, y lo llamativo de su color verde, y yo que mis primeros experimentos en la cocina fueron con pasta, nunca la había probado, ahora la hago muy a menudo (aunque a mi marido le espanta el ajo), hago poca cantidad y la guardo para diferentes preparaciones, le va bien a muchas cosas que os iré desvelando poco a poco, por lo pronto, aquí está la receta de ésta deliciosas salsa...



INGREDIENTES

1 puñado de hojas de albahaca fresca
2 dientes de ajo
60 gr. de piñones
70 gr. de queso parmesano (o granna padano)
100 ml. aprox. de aceite de oliva

ELABORACION

Machacar en un mortero los ajos pelados y los piñones, añadir las hojas de albahaca y un poco de sal, machacar hasta conseguir una pasta, añadir el queso rallado y remover, por último añadir el aceite poco a poco y removiendo constantemente como si se tratara de una mahonesa. Rectificar de sal.

Esta salsa se puede servir con pasta cocida, como acompañante de pechugas a la plancha o cualquier pescado, o simplemente para untar tostadas de pan, es una delicia aromática y con un sabor que no deja indiferente.

Espero que os guste!!!


RATONES DE PATATA





En mis intentos de introducir sabores nuevos a mis hijos, pruebo lo que haga falta...y aunque a mí las patatas cocidas me gustan mucho, a ellos no les gustan en absoluto, las he probado de mil formas distintas, y hay que ver que socorridas son, en puré, en ensaladilla, en fín, que admiten todo lo que se les ponga...

Vi ésta receta en una revista de cocina "Comer Bien" y pensé, ésta va a ser la manera ideal, de que mis niños coman patatas asadas, y de que participen conmigo en hacer la comida, y un día que no había cole, nos pusimos manos a la obra y ésto fué lo que salió......pongo la receta tal cual venía en la revista:

INGREDIENTES

8 patatas pequeñas blancas de igual tamaño
60 gr. de queso enmental rallado
5 cucharadas de leche
30 gr. de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
sal y pimienta

Para decorar:

8 tomates cherry
1 cucharada de uvas pasas
4 rabanitos
unos tallos de cebollino
3 cebolletas

ELABORACION

Lavar las patatas y eliminar los restos de tierra cepillándolas si es necesario.  Colocarlas en una fuente refractaria, pincelarlas con aceite y asarlas en el horno precalentado a 200º durante unos 25-30 minutos.  Pincharlas para comprobar si están hechas.

Dejar enfriar y cuando podamos tocarlas, les quitamos la parte superior, retiramos con cuidado la pulpa de la patata con un vaciador o con una cucharita  y la vamos poniendo en un bol. Aplastar la pulpa de todas las patatas, añadir la mantequilla reblandecida, la leche y la mitad del queso rallado, salpimentar, mezclar bien y rellenar las patatas con ésta mezcla.

Colocar las patatas rellenas en una fuente de horno, con el relleno por la parte de arriba, y colocar sobre cada patata un poquito de queso enmental rallado.  

Introducir la fuente en el horno con el grill encendido y hornear 5 minutos o hasta que el queso esté fundido y empiece a dorarse. Sacar las patatas y dejar entibiar.

Para decorar pincharemos en un palillo la mitad de un tomate cherry, y a su vez lo pincharemos en un extremo de la patata. Pondremos dos pasas como si fueran los ojos, y unas rebanadas finas de rabano, a modo de orejas. Los bigotes los haremos con cebollino recién cortado, y el rabito con un tallo de cebolleta (yo le puse piel de calabacín).

El resultado ya lo veis, muy gracioso, pero aún así mis niños no quisieron comerlo....que sosos son, que poco se parecen a su madre...jejejejej, con lo que a mí me gusta probarlo todo...siempre lo digo, ellos se lo pierden!!!!


POTAJE DE SEMANA SANTA






La comida además de ser necesaria para vivir, forma parte de nuestra cultura...nuestras costumbres culinarias varian bastante de unas zonas a otras, dependiendo de la agricultura, pesca o ganadería de la zona...también las fiestas religiosas o paganas de nuestro país, marcan ciertas fechas en el calendario de la comida, y las tradiciones van pasando de una generación a otra (aunque cada vez menos).

Mi pueblo es muy pequeño, no llega a los cuatro mil habitantes, y todos los viernes de cuaresma y el viernes Santo, como no se come carne, se hace un potaje muy típico que se llama "de vigilia" o de "Semana Santa", de segundo plato se hacen las albóndigas de bacalao, tortas de bacalao, boladillos,tortilla de présules (guisantes) y de postre arroz con leche o natillas.

Este potaje lo hice el viernes, porque ya ha empezado la cuaresma, y como ese potaje se hace un par de veces al año, ya le tenía ganas...


INGREDIENTES

Un buen trozo de bacalao salado (en dos trozos) uno para el potaje y otro para las albóndigas
un puñado de garbanzos por persona
un puñado de habichuelas (judías blancas) por persona
1 hoja de laurel
3 ajos
1/2 cebolla
4 habitas tiernas con vaina (capotes)
una patata chica por persona
aceite, sal y colorante

Para las albóndigas:

Un trozo de bacalao cocido
un trozo de bacalao crudo
1 lata de atún en aceite de oliva
1 huevo
1 ajo
1 ramita de perejil
un poco de pan
un chorrito de vinagre
harina para rebozar
aceite para freir

Para el majado:

un puñado de almendras fritas
un trozo de pan frito
2 ajos fritos
una molla de pan mojada en vinagre













ELABORACION

Poner en remojo por la noche y por separado, los garbanzos, las judias y el bacalao

Poner agua en una olla (el agua dependerá si cocemos las legumbres en la olla expres o en olla tradicional, en la tradicional necesitaremos el doble de agua) , echar las judías, el bacalao desalado, el laurel, la cebolla, los ajos enteros y sin pelar, cuando el agua hierva se le echan los garbanzos y los capotes cortados en trozos, cuando vuelva a hervir le ponemos un chorro de aceite.

Cocemos hasta que las semillas estén tiernas, entonces sacamos el bacalao cocido y lo reservamos en un bol, y agregamos las patatas cortadas en trozos al potaje. Dejamos cocer a fuego medio-lento.


Para hacer las albóndigas:


Desmenuzamos el bacalao, añadimos otro trozo de bacalao crudo desalado también desmenuzado, la latita de atún, picamos los ajos y el perejil muy pequeñitos y también los agregamos a la masa, un huevo batido y removemos bien para mezclar todos los ingredientes, echamos un poco de pan mojado en vinagre y moldeamos las albóndigas.

Poner aceite a calentar y rebozar las albóndigas en harina antes de freirlas. Freimos las albóndigas y reservamos en un plato con papel de cocina, agregamos al potaje unas pocas de las albóndigas y el resto las dejamos para el segundo plato.


Para hacer el majado:

Un puñado de almendras fritas
un poco de pan frito
2 ajos fritos
un chorrito de vinagre

Ponemos todos los ingredientes en un mortero y machacamos hasta obtener una pasta, que agregaremos al potaje una vez que las patatas están cocidas, lo dejamos cocer todo unos minutos y servimos muy caliente.

Espero que os guste!!!